En el contexto en el que expones tu caso, estás representando una situación de la vida real y muchas veces vista en competencias; la mentalidad de los directivos de nuestro gremio alienta este tipo de situaciones, y aún peor, posiciona el P2 como un andar en detrimento, debido a ya sea por falta de conocimiento acerca del andar compuesto, o por decisiones amañadas en pro de beneficiar a terceros.
Es preferible pensar que en estos días de tan amplio conocimiento, y de tanta experiencia en el C.C.C debido a su ya larga historia y gran evolución, que los directivos y quienes juzgan no se han podido adaptar ni coger el ritmo de dicha evolución; es decir, que se juzga con conceptos antiguos y obsoletos, que si bien eran apropiados cuando no se sabia distinguir de manera clara si un caballo iba trochando o trotando... pero que en la actualidad, cuando un trochador dista por cantidades de un troton, y que decir de un fino... (eso si, un buen trochador de un buen troton, y de un buen fino) no se pueden aplicar sin dejar un sin sabor en la mayoría de criadores y expositores.
Ahora pensar, que si se tiene ese retraso en conocimiento de estos andares, que decir de saber apreciar el buen galope, o no el buen galope, sino el GALOPE, que solo existe uno, pero que insisten en dividirlo en brincones, arrastra patas y corredores.
Se vive en una epoca en la que si el caballo es un trochador vistoso y de show (ya sea que marque fino, troton, o trochador) es el caballo que debe ganar y al cual el publico lo rechifla con desconocimiento convirtiendose en una masa ignorante de gran peso y presión tanto para jurado, como para criadores, expositores y directivos.
Entendiendo esto, pasemos a combinar la trocha, con auge en la actualidad, y el galope, que muchos dicen a boca llena, "Y el galope... eso es lo de menos, pues eso se enseña", en un solo andar, que ejecutado correctamente no es un trochador de show dando brincos, ni un trochador retenido que practicamente trota y también da brincos..., sino que bien ejecutado, es una trocha con velocidad, elevacion y desplazamiento medios, permitiendole hacer una transición limpia a un galope suave, que viene iniciando su movimiento desde sus posteriores bajo su vientre, que posteriormente impulsa su cuerpo hacia adelante apoyandose en sus manos, y no al contrario, que es brincando con sus manos y arrastrando sus patas, produciendo un horrible y brusco movimiento brincado en el chalan, que este habilmente oculta bajo gestos inconfundibles de dolor.
Si se juzga con desconocimiento, con argumentos obsoletos y no se evoluciona al ritmo que lo hace nuestro amado C.C.C, pues el P2, que es el paso realmente colombiano, que es nuestro de punta a punta, y que solo lo realiza con tal suavidad nuestra querida raza, pues seguiremos en picada a la decadencia de nuestro andar propio, hasta que ya sea demasiado tarde y no hayan verdaderos representantes de la trocha y el galope coombiano.